sábado, 12 de julio de 2014

Una dieta hiperproteica, por favor

A raíz de la pregunta de un amigo:
¿Qué le dirías a una persona que llega a tu consulta y te dice que quiere hacer la dieta Dukan porque pasa hambre?

Para ahorrar tiempo le diría que se ha equivocado de sitio, que hay una librería al cruzar la calle. Pero para los que se pregunten el por qué, ahí va una explicación.

Para empezar no me parece una dieta con la que una persona pudiera alimentarse el resto de su vida, me parece monótona y aburrida, además de poco saludable.
En una de las fases esta dieta recomienda un día a la semana de proteína pura. Y la primera fase, también es hiperproteica.  Veamos algunas de las consecuencias de las dietas hiperproteicas (López-Luzardo, 2009).

Para empezar hay que decir que una dieta se considera hiperproteica cuando excede las recomendaciones dadas para este nutriente, que para la población sana y adulta es de 0.8 g/kg de peso y día. Así una persona de 70 kg necesitaría 56 g de proteína al día para cubrir sus necesidades en condiciones normales. También es cierto que en deportistas o personas físicamente activas estas recomendaciones pueden llegar hasta 1.5 g/kg/día.

El consumo excesivo de proteínas provoca una eliminación de ácidos, acompañada de mayores pérdidas urinarias de calcio, lo que a largo plazo puede provocar problemas de osteoporosis, aumentando el riesgo de fractura ósea.
Si además añadimos una baja ingesta de potasio a la dieta, (por ejemplo al no comer frutas y hortalizas) estamos produciendo una acidosis en nuestro organismo, que puede provocar un retraso del crecimiento en niños, y aumenta la probabilidad de padecer nefrolitiasis (cálculo renal). También se altera el balance ácido-base y electrolítico. El aumento de la acidez producido principalmente por sulfatos y fosfatos provoca como hemos citado anteriormente un aumento de la resorción ósea, descalcificando el hueso para compensar esta acidez. Este efecto se puede minimizar añadiendo en la dieta verduras y hortalizas o suplementos como el bicarbonato de sodio o el citrato potásico. Por lo que una dieta rica en frutas y hortalizas juega un papel protector frente a la osteoporosis.

Las dietas hiperproteicas están desaconsejadas para enfermos renales, ya que generalmente empeoran. En pacientes con la función renal disminuida tampoco es aconsejado, ya que puede apareces albuminuria (albúmina en orina) que es un predictor de diversas patologías, como las cardiovasculares, y aumenta la degeneración renal.

Para personas sanas a priori no se conoce un límite perjudicial de consumo de proteínas, pero, ¿si sabemos la cantidad necesaria para nuestro organismo, por qué consumir más?
Hay otras estrategias para vencer el hambre, mantener la mente ocupada, o hacer algo de ejercicio suele funcionar bastante bien.



REFERENCIAS

López-Luzardo M. Las dietas hiperproteicas y sus consecuencias metabólicas. Anales Venezolanos de Nutrición 2009; Vol 22 (2): 95-104.