Tras leer el artículo narrado en forma de ficción autobiográfica, lo primero que me sugiere es que es fruto de muchas horas de trabajo y que todas las incidencias ocurridas en la vida del autor, han ocurrido durante varias semanas o meses y no sólo en un día, aunque aun así es abrumadora la cantidad de mensajes acerca del culto al cuerpo que podemos apreciar en el mundo y la sociedad industrializada en la que vivimos.
Sin ánimo de justificar esta tendencia actual que coloca el cuerpo en primer plano, un cuerpo esbelto, musculado y sin grasa, tengo que decir que en cierto sentido (y me refiero a que no llegue a ser patológico: anorexia, bulimia, vigorexia…) estoy a favor de esta postura, ya que en parte, promueve estilos de vida saludables y bien entendido, ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad, y otras provocadas por la inactividad física. Ahora bien, hay que saber diferenciar entre lo que realmente es saludable, y la publicidad engañosa. Y aquí es donde entramos nosotros como profesionales de la actividad física y el deporte, pues ya sea dentro o fuera de las aulas, debemos promover estilos de vida saludables, relacionados con una buena alimentación y actividad física. Lo importante es pues estar en forma, y sano en vez de vestir esa talla 38, pues se puede estar en sobrepeso y estar sano si se practica algún deporte varios días a la semana, no se fuma, no se bebe alcohol y no hay ni hipertensión ni otras enfermedades cardiovasculares, frente al individuo que aparentemente musculado y con su índice de masa corporal (IMC) de 19 no cumple los otros requisitos para estar en buena forma física y de salud. Una crítica que le hago al autor entonces es que el IMC es un indicativo más de salud (y además bastante fiable y objetivo) y no sólo una simple equivalencia entre belleza y salud. Por lo tanto si llevamos una vida activa, a parte de disfrutar de todos estos beneficios y de un mejor estado de salud, es más probable que nuestro cuerpo se asemeje al canon de belleza actual, pero en este caso no se podría aplicar la propiedad conmutativa matemática, y que el cuerpo coincida con el canon de belleza actual, no significa que esté sano (por lo menos no en 5 de los 6 aspectos citados anteriormente). Y es que la obesidad (IMC>30) es una enfermedad, pero el sobrepeso (IMC entre 25 y 30) sólo es el preludio de esta, que se puede corregir con las indicaciones adecuadas.
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