Me gustaría empezar el artículo con palabras de Alberto Núñez (2011): “El método de
electroestimulación puede y debería ser utilizado para mejorar esta
manifestación de la fuerza tan relevante, por ejemplo en los deportistas (1).” Esta conclusión extraída de
su tesis para demostrar la eficacia de la EMS en la rehabilitación de la lesión de
ligamento cruzado anterior es extensible a otras muchas disciplinas deportivas,
tanto en deportes donde prima la resistencia, o la fuerza en cualquiera de sus
manifestaciones.
Pero ¿en qué consiste la EMS ?
La electroestimulación Neuromuscular es la aplicación de
una corriente eléctrica al músculo o al nervio periférico con el objetivo de
lograr una contracción muscular involuntaria. Esta contracción tendrá
características diferentes (tiempo, intensidad, duración de descanso…) en
función de los objetivos que persigamos con el entrenamiento, así como la etapa
dentro de la planificación deportiva en la que nos encontremos. Parece haber
consenso sobre los amplios beneficios que aporta la electroestimulación a nivel
de aumento de fuerza tanto en
deportistas como en sedentarios, aunque estas ganancias se observan en
mayor medida en combinación al ejercicio voluntario, tales como pliometrías y
otros movimientos musculares junto a la EMS.
Siendo imprescindible un uso adecuado y planificado de los
entrenamientos y la EMS.
La tesis de 2013 de Elisa Mª Benito Martínez (3) nos muestra que el uso de la
pliometría combinado simultáneamente con la EMS de alta frecuencia mejora las tres
manifestaciones de la fuerza (explosiva, explosiva-elástica y
explosiva-elástica-reactiva). También concluye que las sesiones de
entrenamiento necesarias en el entrenamiento combinado de EMS y pliometría para
mejorar el rendimiento en las pruebas de salto es menor que en las de
velocidad. Además las mejoras en la velocidad con este método combinado se
mantienen durante al menos dos semanas después.
Debido a la exigencia neuromuscular de la EMS se requieren tiempos de
descanso de entre 48 a
72 horas, por lo que como máximo (aunque dependiendo de la intensidad) se
recomiendan 3 sesiones de electroestimulación a la semana.
BIBLIOGRAFÍA
1.
Leandro Alberto Núñez. Influencia de la
electroestimulación y lesión del ligamento cruzado anterior. Universidad Fasta;
2011.
2. Dufary Alegría
Rivera. Le electroestimulación neuromuscular y su aplicación en el desarrollo
de la fuerza en el deporte. [Santiago de Cali]: Universidad del Valle; 2011.
3. Elisa Ma
Benito Martínez. Combinación simultánea de electroestimulación neuromuscular y
pliometría. Un complemento al entrenamiento de salto y velocidad. [Jaén]:
Universidad de Jaén; 2013.
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