Es cierto que la alimentación y la nutrición son temas muy
interesantes en la actualidad, y que además están experimentando un auge y
crecimiento exponencial entre otras razones porque la Nutrición es una ciencia
relativamente moderna que está empezando a dar respuesta a muchos de los
problemas de salud que sufre la población. Pero, ¿son fiables todos los
artículos que leemos? ¿Cómo diferenciaremos los que tienen rigor científico de
los que no?
Para empezar la formación de los redactores generalmente es
un indicador fiable, pero no siempre un título garantiza la calidad de la
lectura, y de hecho en ocasiones lamentablemente no es así. Un mejor indicador
suele ser citar la fuente de la que se extrae la información, ya que en caso de
que se nos plantee una duda razonable, podamos ir al documento original y
contrastarla. Además es importante que la fuente o el artículo sea reciente, ya
que la Nutrición es una ciencia
que avanza muy rápido y por ejemplo datos que en el 2003 eran admitidos por la
mayoría de científicos, en el 2014 pueden ser refutados fruto de nuevos
descubrimientos.
Un buen periodista y un buen científico considero que no
debe tener conflicto de intereses, y esto es por lo tanto, no buscar un
beneficio personal a cualquier precio, y mucho menos faltando a la verdad o a
la evidencia científica.
Como conclusión final, os recomiendo desconfiar por defecto
de aquellos titulares o artículos que prometen beneficios rápidos y sin
esfuerzo, porque por norma general no suelen tener ni rigor, ni calidad, además
de desmotivar más que ayudar a la gente a mantenerse sana, entrenando, y
comiendo saludablemente.
Un consejo más, entrena cuerpo y mente las mismas horas al
día, y sé honesto contigo mismo.
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